Cuando vemos llorar, sentimos pena; cuando vemos reír, sentimos alegría; cuando nos cuentan un sueño, debemos soñar también.
A las personas nos encanta relacionarnos con personas que tengan capacidad de emocionarse y capacidad de emocionar, y la razón fundamental es que estas personas nos comprenden mejor, sintonizan mejor con nuestras emociones y nos resultan de gran ayuda.
Si quieres conquistar a las personas, si quieres conquistar a tus clientes, escucha, siente, y sueña lo que viven ellos. Haz que tu generosidad te aporte el mayor nivel de empatía, y desde ahí, tendrás el mayor manual de recursos para ayudarlo.
Tu cliente tiene un sismógrafo emocional, y sabe si le entiendes o no por tu capacidad de emocionarlo y trasladarlo a ese lugar donde él aspira a estar.
El padre de la Investigación Motivacional Ernst Dichter, en sus diferentes estudios concluyó que retener y procesar información sobre características y precios es muy difícil para un cliente, mientras que cuando tenemos la capacidad de asaltar emocionalmente a otra persona, generando una conexión emocional desde la empatía, tenemos la posibilidad de desarmar la parte más racional del ser humano.
Pero a mi, no me interesa desarmar a nadie, me interesa mucho más abrigarlo para que él pueda sentir que alcanzar sus sueños es posible.
Y tú, ¿sueñas lo que sueña tu cliente?
«El principio más profundo en la naturaleza humana es el anhelo de ser apreciado.»
William James
Ya sabes, soy un apasionado por el lado humano de la estrategia de venta.
Me tienes a tu lado para acompañarte a alcanzar tus objetivos comerciales.