Igual sigues pensando que el valor de tu empresa es el valor de tus productos o servicios, pero a riesgo de ser vehemente, te diré que el valor de tu empresa es la suma del valor de cada relación que tu actividad tiene.
Seguir enfocados en el producto es caminar por intuición, navegar de oído, y eso hoy más que nunca es territorio minado. Estar enamorado de tu producto sin más, no es la mejor idea.
La venta transaccional se quedó atrás dejando paso a la venta relacional, pero esto no es un concepto teórico, esto es la piedra angular que contiene el secreto de las empresas que cada vez vuelan más alto. Las relaciones con los clientes son nuestro mayor activo, y nuestra principal estrategia debe de estar en cuidar y construir relaciones que impulsen valor tanto para nosotros como para los clientes.
Pero ¿qué ventajas tiene poner el foco en la creación de relaciones?
-Cuidar de las relaciones aumenta el valor de estas
-Los clientes comentan lo que necesitan con quien los escucha
-Son fuente permanente de innovación para una actividad
-Los clientes transmiten la realidad del mercado
-Son fuente de referidos
Y estas son solo unas pocas ventajas, la mayor fuente de inspiración y construcción de valor es salir ahí fuera y escuchar lo que nos dicen los clientes. En el arte de escuchar está la suerte de comprender, y solo desde la comprensión podemos crear ese valor que, de forma agregada, representan nuestras relaciones y por tanto nuestra cartera de clientes.
Trabajar con estrategia la creación de relaciones fuertes con los clientes nos permite conocer que clientes tenemos y que características predominan más en cada perfil de cliente. Agruparlos y clasificarlos a su vez, nos lleva a la ventaja de seleccionar mejor con que perfiles de clientes queremos trabajar, en función, por ejemplo, de lo rentables que son o como esta alineados con nuestros objetivos de crecimiento.
Concentrarnos en aquellos clientes que son más rentables, ajustando nuestro porfolio de productos a ellos, puede ser sin duda un gran factor de diferenciación a la vez que de fidelización, pero esto solo es posible, si tenemos una cultura clara de estar cerca del cliente.
Quizás esta idea te parezca obvia, pero te diré que hace falta hackear nuestro cerebro para de verdad poner en práctica una auténtica estrategia centrada en el cliente. Nuestro EGO nos suele jugar malas pasadas.
“El objetivo principal de una empresa es conseguir y conservar un cliente” Theodore Levitt
Y tú, ¿dónde pones el foco de tu estrategia?
Te invito a leer: “Disfruta y Gana Vendiendo”, un viaje para entender que hay una venta más cercana, una venta más humana.
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Ya sabes, soy un apasionado por el lado humano de la estrategia de venta.
Me tienes a tu lado para acompañarte a alcanzar tus objetivos comerciales.